PRIMER PREMIO del «Concurso de Cuento Corto Latinoamericano»
convocado por la Agenda Latinoamericana-Mundial'2003
en su IXª edición.
Vea la nueva convocatoria que hace la Agenda'2004 (Xª edición).

 

«El Viento del Sur continúa soplando»

 

Ganador: Frank Molano Camargo
Nacionalidad: Colombiano
Residente en Bogotá
Correo-e: fmol@tutopia.com

 


Al finalizar el tercer año del tercer milenio, Melchor, Gaspar y Baltasar, los «3 reyes magos» preparaban maletas para su eterno retorno de fin de año en busca del niño semita. Acontecimiento que anunciaba el renacer cíclico de la humildad y la fraternidad universales, y ante el cual, fieles a la tradición, durante la Epifanía, entregarían los obsequios tradicionales, aquellos antiquísimos símbolos de nobleza y solidaridad de las culturas del medio oriente: el oro, el incienso y la mirra.


Sin embargo, los cambios sufridos en la sociedad globalizada, transformarían para siempre el oficio de los reyes magos. Las noticias que llegaron a sus e-mail, los dejaron estupefactos. En el Medio Oriente, una lluvia permanente de misiles hacía imposible distinguir la estrella de Oriente que cada año servía de guía a los sabios. Las tropas israelitas, al igual que Herodes en sus tristemente célebres campañas, asesinaban a niños palestinos e impedían el paso de todo extraño que quisiera llegar a Belén, más aún si se trataba de reyes árabes. Pero además de esto, que ya de por si era un problema, adquirir oro, incienso y mirra, se había vuelto una verdadera odisea.


Las reservas de oro se habían congelado en los bancos, por una nueva jugada del dólar para que los euros y yenes perdieran credibilidad, y no era posible adquirir gramos de oro, ni siquiera en las prenderías clandestinas más recónditas. Además, la producción de futuros de incienso y mirra había sido comprada el año anterior por las multinacionales, que acapararon la comercialización hasta que los tribunales de la Organización Mundial del Comercio, OMC, aprobaran su legalización, pues la DEA consideraba que se trataba de «drogas heroicas» y sustancias alucinógenas y estaba en plena campaña de erradicación devastando con glifosato los bosques donde sospechaba se cultivaba ilegalmente el incienso. Esta jugada era una inteligente medida para elevar sus costos y mejorar las condiciones de mercado una vez se monopolizara la producción, se comentaba en los círculos financieros.


Gaspar con su tradicional expresión con aroma a arena del desierto, les advirtió a sus dos acompañantes: - Esta vez parece que no va a ser posible acompañar al niño... -Eso es imposible -lo interrumpió Baltasar-, durante dos milenios hemos realizado nuestro compromiso. Los millones de niños y hogares que hacen el pesebre y esperan renovar sus creencias con nuestra llegada, sufrirían un colapso cultural imposible de reparar.


Melchor, de orígenes arios, que había aprovechado los últimos años para combinar sus estudios de magia con los de economía en la escuela de Chicago, rodeó con sus brazos a sus dos amigos y les dijo: - Es cierto, la situación global está muy complicada. Analizando las señales del cielo, veo que es menester renunciar a seguir la estrella de oriente. Ahora un nuevo cielo con una hermosa trama de 50 estrellas y 13 barras rojas y blancas nos exigen lealtad. Todo nos orienta a una reingeniería de la Navidad... de inmediato.


Y así fue. Se dieron a la tarea de convocar un foro con los gurús de la economía y las megatendencias. Toffler, Drucker y Porter lideraron la discusión y las opciones fueron revisadas por los tecnócratas de la OMC, el Banco Mundial y hasta el Fondo Monetario Internacional dio su concepto para determinar el impacto de la propuesta en el comportamiento macroeconómico del sistema financiero internacional. Después de los ejercicios de Consultoría los magos recibieron un seminario de alta gerencia en donde fueron actualizadas las «obsoletas» -según los expertos- maneras de producir y distribuir estos bienes y servicios. Sobre un mapamundi, los geoestrategas del mercado les enseñaron como el mundo había sido repartido en áreas de libre comercio, con gobiernos fuertes que aseguraban la implementación del modelo y de las inversiones, todo respaldado y garantizado por el poderoso estado guerrero del Norte, que ante cualquier desorden lanzaba su mortífera y furiosa jauría.


- Por tanto -concluyeron en tono enérgico los consultores-, la cambiante situación de la economía exige un nuevo gerenciamiento de la Navidad y la Epifanía, que debe empezar a operar a partir de las Areas de Libre Comercio, las únicas garantes de la libertad, la estabilidad y la felicidad mundial y sobre todo, -recalcaron en coro- que los valores de la sociedad de mercado se extiendan por todo el mundo como una mancha de petróleo.


Este plan de ajuste fue rechazado categóricamente por Baltasar y Gaspar, apoyándose en los planteamientos de los economistas descalzos, que en aquellos tiempos predicaban en el desierto y recordaban «que la economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía». Baltasar acusó a los asesores de neoliberales y de estar imponiendo una nueva religión «que tenía como santísima trinidad: el crecimiento económico, el libre comercio y la globalización; y como nuevo Vaticano, al Fondo Monetario, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio (OMC)».


Melchor encolerizó cuando se dio cuenta que el plan estaba a punto de ser echado a pique. El silencio y la tensión que siguieron a las duras palabras de Baltasar, fueron bruscamente interrumpidos cuando el escenario se transformó de sala de negocios en tribunal penal internacional al estilo de Nuremberg y gracias al avance de la tecnología, Hollywood pudo producir en segundos un vídeo en el que se hacia evidente la vinculación de Gaspar y Baltasar con las redes clandestinas de Al Qaéda, y las guerrillas latinoamericanas, además de pruebas contundentes sobre reuniones sostenidas entre Baltasar y Sadam Hussein. Así que de inmediato se realizó un juicio sumario con jueces y testigos sin rostro, en donde evidentemente se demostró la culpabilidad de los acusados.


Como ejemplar castigo para estos «pro sudacas» y «globalifóbicos», como gritaban las barras contratadas por la OMC, se decidió condenarlos a cadena perpetua junto a sus cómplices. Uno en Guantánamo y el otro en una celda de confinamiento solitario en una isla prisión del Perú, -¡donde deben estar los terroristas!- según recalcaron los titulares de los grandes medios de comunicación en todo el mundo.


Antes de que enjaularan y encadenaran a Baltasar para llevarlo a su prisión, Melchor se le acercó y le susurró al oído: -¿Te das cuenta?, te lo advertí y no quisiste escucharme, hoy sopla con toda su fuerza el viento del Norte.


Estas medidas posibilitaron que Melchor brindara con sus nuevos socios y celebrara la firma del Acuerdo cuyos puntos eran los siguientes:

-Las nostálgicas y «trasnochadas» creencias populares tercermundistas, como Navidad y Epifanía, han creado una cultura centrada en valores de humildad y fraternidad, dando origen a peligrosas leyendas e historias, en donde los potenciales consumidores, de manera desconsiderada esperaban que los buenos reyes magos, dieran regalos sin ningún costo o impuesto, reforzando las nocivas conductas paternalistas y proteccionistas, que tanto daño han hecho a la economía y el mercado. Semejantes aberraciones ahora se hacen incompatibles con los patrones de consumo mundial. Se propone entonces una agresiva campaña de marketing, con las más modernas técnicas de la publicidad para afianzar novísimos valores acordes con una sociedad feliz de ciudadanos compradores, hedonistas y ostentosos.


-Igualmente es insostenible y antieconómico, como lo plantea el punto primero, seguir regalando cosas a los niños y hogares. Es necesario hacer entender a esos indolentes, que si quieren tener regalos, a lo sumo y de forma más que benevolente, se creará un outsorsing de asesoramiento a familias a través del Fondo Monetario para que tramiten créditos blandos y cofinancien la cuota inicial, eso sí, si los padres, demuestran capacidad de pago y un comportamiento disciplinado en sus pagos.


-Siguiendo los consejos de las corrientes más ortodoxas y dogmáticas de las iglesias dominantes se propone suprimir las ideas y prácticas de magia y esoterismo con que se ha relacionado a los reyes magos. Para evitar asociaciones con la brujería y la hechicería, se cambiará el término de Rey Mago, por el de Rey Gerente, así se evita la incomoda situación en la que los ciudadanos puedan llegar a imaginarse cambios creativos, además toda esa parafernalia riñe con los fundamentalismos hegemónicos, fundamento de los más sólidos valores de la civilización moderna.


-Los gastos implicados en la epopeya de los reyes magos (hay una enmendadura en el texto: reyes gerentes), con sus burocráticos y exagerados costos de viáticos, pasajes, pasaportes, honorarios, pago de horas extras, nocturnos y dominicales, impuestos, etc., etc., exigen una racionalización del gasto. Así que aplicando las teorías del «justo a tiempo», se recomienda que lo mejor es que el mismo día de la Navidad, se celebre la Epifanía, y se entreguen los regalos en el justo momento del alumbramiento, que ya no tendrá lugar en la incómoda región Palestina sino en un importante centro comercial cerca a la bolsa de valores de New York.


-El sistema de entrega de las mercancías, a partir de ahora será administrado por la nueva corporación creada «Management King’s & Co.» ella tramitará desde la web pagos con tarjeta de crédito, del nuevo banco que se hace necesario crear para el manejo financiero de la actividad (especulación en el original) navideña.


-El mercado de «Management King’s & Co» tendrá la potestad de determinar cuáles son los gustos y modas a imponer cada Navidad. Se tomarán las medidas necesarias para monopolizar la industria del juguete y se suprimirían complejas variables como los factores culturales y las identidades nacionales, totalmente obsoletas en tiempos de globalización y nada aconsejables en los manuales de planeación estratégica.


-En las zonas en conflicto, en donde no sea posible hacer llegar los envíos por los canales establecidos, se mandarán folletos con promociones que activaran los deseos de los niños por la nueva juguetería, y se buscará traficantes del mercado negro para que contrabandeen de alguna manera los productos. Una cláusula especial establece que si algún mercado nacional se niega a abrir sus puertas, el Estado guerrero del Norte, como primera medida lo bloqueará económica y diplomáticamente, luego tratará de cambiar su fastidioso gobierno proteccionista y en última instancia lo invadirá humanitariamente para garantizar la libertad de mercado.


-Y para tener un paquete de ajuste global, Management King’s & Co. considera que es necesario tener libre acceso a todas las fantasías existentes, pues no es concebible un sistema de mercado libre donde existan barreras a los negocios. Los agentes de la corporación se darán a la tarea de rastrear todo tipo de fábulas, sueños, utopías y fantasías y... las patentarán. De ahora en adelante, quien quiera tener algún sueño deberá comprarlo, y para poder usarlo necesitará un equipo compatible con el software especial diseñado para tales fines.

El plan se puso a marchar de inmediato, y como era de esperar el negocio fue... un éxito.


Esa Navidad, los centros comerciales de todas las ciudades, de todos los países, no dieron abasto, ante la compulsión consumidora de los hogares. Claro, aunque, hubo que reconocer que el festejo no fue tan divertido para los niños, como en otras épocas. Pero al comparar los índices de satisfacción con los indicadores de rentabilidad, toda duda quedaba despejada. Al fin y al cabo todo cambio tarda en imponerse.


Lo que las corporaciones no pudieron evitar, ni controlar, fue que justo esa misma Navidad, mientras se contaban por millones las ganancias, en cientos de hogares humildes de todo el mundo, en los arrozales de Asia, en los desiertos del Medio Oriente, en las selvas africanas, y en las barriadas y veredas latinoamericanas, habían nacido niños, portadores de fantasías y utopías, que no estaban ni registradas ni patentadas. Desde sus celdas Gaspar y Baltasar se llenaron de regocijo cuando sus miradas color de esperanza reconocieron que una pequeña pero brillante estrella del Sur había surgido. Baltasar suspiró emocionado, acercó su rostro a los barrotes de la ventana y comprobó que el viento del Sur continuaba soplando.


Frank Molano Camargo
Bogotá